¿Cuánto
estás dispuesto a pagar? Desde que Anna Tarrés se pusiera a los
mandos de la selección española de natación sincronizada en 1997, el equipo ha
conseguido 52 medallas; 4 en los JJOO, 23 en los mundiales y 25 en los
europeos.
"Cuando se puede
evitar un mal, es necedad aceptarlo". Bajo este
título, quince
nadadoras redactaron una carta el sábado 22 de Septiembre, denunciando las
formas y palabras denigrantes de su ex-entrenadora.
“Becas no entregadas, dinero extraviado, positivos de orina tapados, pagos
de nuestro propio bolsillo a entrenadoras extranjeras para coreografiar las
rutinas de las competiciones, extorsiones a nadadoras, humillaciones, incitar a
nadadoras a tomar antidepresivos para venir motivadas al entreno... “
"Lo sabemos Paola, pero hay resultados, ya lo
sabes..."
Además,
a Anna Tarrés se le abrió un expediente disciplinario por, según Paola,
“arrebatarle la medalla, para dársela a su hija (que le hacía mucha ilusión)”.
Pero tanto el CSD como la RFEN “me pidieron que no dijese nada a la prensa”.
Fernando Carpena comenzaba su mandato al frente de la federación intentando
evitar el escándalo: "Paola, por favor, no me hagas eso, olvida
todo..."
Mal, o bien interpretadas. Quienes se han posicionado del lado de Tarrés, defienden que palabras
fuera de contexto se pueden malinterpretar. Si frases como "No vengas a hacerte la
estrecha, si te has follado a todo lo que se mueve", o “No vas a ir a recoger la medalla (…) porque
eres inferior a las demás” son ciertas, no existe posibilidad de
malinterpretación.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhF9gbiq-QAvZKlJooNFFvnxZe8gcoIT6xjFCbzeVjSZtclA9nTrUVweiBdpPGAPkg1NBsT3nplIqy_6zp_lCtYT_BndVHGQSvrw7uTEHA7L8j-H463NHVZjKPWTVLDYZwR_cE6zIvgMGI/s400/at.jpg)
Gemma Mengual confirmó también que le había regalado
una medalla a su entrenadora, porque a Tarrés le hacía mucha ilusión.
Respuesta obligada. Respuesta mal enfocada. Tres días después de hacerse pública la carta, Anna Tarrés ha decidido
hablar. Reacción obligada. Las acusaciones son demasiado graves. Lo curioso es
que la pronto ex-seleccionadora ha decidido señalar a la Real Federación
Española de Natación, y a Fernando Carpena en particular, como los culpables. Además,
dice no creer en la casualidad de la coincidencia de esta carta con la
presentación del nuevo equipo técnico.
Carpena; sin embargo, afirmó haber tenido conocimiento
de la carta difamatoria el lunes “a las doce de la noche” y negó cualquier
responsabilidad. “Yo no lo doy como cierto”, añadió, “pero tampoco quiero
entrar en la polémica de si es cierto o no” Intenta salirse del cuadro cuando
es un elemento principal.
Cambio de actitud. Anna Tarrés
no actuó hace 3 años por las acusaciones (por positivos, insultos…) de Paola
Tirados y dos deportistas más.
Fernando Carpena tampoco. Un presidente recién llegado, no favorito por todos
los miembros de la federación (la misma Anna se posicionó del lado de su
contrincante, el candidato catalán, en las elecciones), y con una Anna demasiado fuerte en de la
federación.
Motivos políticos. Motivos deportivos. Para
justificar el cambio, Carpena alegó razones de política deportiva: “Queremos
expandir e integrar (…) Que el resto de España se sienta partícipe. Pretendemos
otro concepto, más plural”. Laura López, ex-nadadora, ya denunció las
distinciones entre nadadoras por ser o no catalanas, que sólo les hablaba en
catalán, y que es más fácil acceder al equipo siendo catalana.
Dentro de la federación señalan que Carpena nunca
perdonó a Tarrés por no respaldar su candidatura.
“No obedece a una razón puntual concreta, sino que es
un cúmulo de razones. A lo mejor es que los perfiles de las personas que había
no encajaban en mi proyecto, que es el mío”. Nada claro, señor Carpena.
¿Y ahora qué? La denuncia a la Federación y a su presidente
conseguirá desviar la atención del verdadero problema; si realmente existió
este trato a las chicas. La alta competición requiere máxima exigencia y
compromiso. Cada cual entrena como cree, hasta un límite. Pero ¿dónde está el
límite? Éste lo establecen quienes tienen que soportarlo; los deportistas. Y
según algunas, se ha sobrepasado.
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