martes, 28 de agosto de 2012

Ciclismo


¿Un mal “boss”?


El eterno luchador lo deja. Quien derrotase un cáncer testicular con metástasis en pulmones y cerebro, quien consiguiese 7 Tours de Francia de manera consecutiva, quien lograra la medalla de bronce en los JJ.OO. de Sidney del año 2000, quien soportase y se sobrepusiese a los continuos ataques por supuesto dopaje,  quien pasase más de 500 controles sin dar un solo positivo, lo deja.

Para Lance Armstrong, el boss, “ya es suficiente”. Tras la última acusación realizada por la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) por uso, posesión y tráfico de drogas desde 1999 hasta 2005, Armstrong no quiere seguir luchando. "El coste que ha tenido en mi familia y en mi trabajo para nuestra fundación me ha llevado a terminar con este sinsentido".

Comenzó en Francia. Lance Armstrong empezó a escribir su historia en 1999, cuando consiguió su primer Tour con el US Postal. Johan Bruyneel, director del equipo, creó una maquinaria perfecta al servicio del estadounidense, consiguiendo 6 de los 7 Tours.

Fue L’equipe, en 2005 quien inició una investigación, asegurando el positivo por EPO tras analizar una muestra de orina congelada de aquel año. En junio de 2006, la Unión Ciclista Internacional (UCI)  confirmaba la inocencia de Lance Armstrong, sosteniendo que los análisis se realizaron de manera incorrecta y sin criterio científico alguno. Además acusó a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) de haber proporcionado información confidencial a ese diario deportivo.

Buenos compañeros de equipo, mejores enemigos. En 2001, el exciclista Greg LeMond ya había dudado de sus triunfos en el US Postal por trabajar junto a Michael Ferrari (médico del equipo, sancionado ahora de por vida). Meses después se disculpó, para en 2004 volver a dudar de sus victorias, y asegurar que Armstrong le había amenazado tres años antes.

Los delatores ahora son aquellos que corrieron a su lado, que admitieron en su momento el uso de sustancias prohibidas y fueron castigados por ello. Tyler Hamilton, medalla de oro en la contrarreloj de los JJOO de Atenas 2004 y suspendido por dopaje (operación Puerto de 2006, pero acusado ya en 2003 cuando pertenecía al equipo Tinkoff Credit Systems); Frankie Andreu (quien afirmó haberse dopado para el Tour de 1999, y al que dicen, Armstong sí consideraba un verdadero amigo); Kevin Livingston (su escudero en la montaña); o Floyd Landis, el reactivador del caso.

En 2010, Floyd Landis (positivo tras el Tour de 2006 y despojado del título),  tras pedir una plaza en el equipo de Armstrong, Radioshack, y ser rechazado, denunció a su excompañero por dopaje. También acusó al boss y a Bruyneel de pagar a la UCI para cubrir un positivo de 2002.
 El agente federal Jeff Novitzky, decidió entonces abrir una investigación. Reunió testimonios de antiguos compañeros e inculpó al estadounidense de dopaje y tráfico. La relación de éste con personajes polémicos acusados de por vida por la USADA (Luis García del Moral y Michele Ferrari, médicos del US Postal, o el entrenador José Pepe Martín), no ayudaba a su inocencia. Sin embargo; la UCI desmintió a Landis, y la Fiscalía de California archivó el caso por “falta de pruebas sólidas”. Pero para la USADA estaba claro.
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¿Chivo expiatorio? Ambos organismos; USADA y UCI, son reconocidos por el Comité Olímpico Internacional (COI), y ahora están en desacuerdo con el caso Armstrong. Según Travis T. Tygart, director ejecutivo de USADA, "La UCI está obligada a reconocer nuestra decisión y no tiene otra alternativa que retirar los títulos a Armstrong”.

Demasiados rumores sobre intereses ocultos, tratos de favor a ciclistas que colaboren…En una guerra de poder siempre tiene que caer un grande.

Boss, liveSTRONG*



*liveSTRONG: Fundación creada por Lance Armstrong para promover la investigación y la información sobre el cáncer


jueves, 23 de agosto de 2012

Fútbol


Buscan la cabeza del león


Nubarrones sobre Lezama. La historia es por todos ya conocida;  Fernando Llorente (Pamplona, Navarra, 26 de febrero de 1985), el Rey León, emblema del Athletic Club, al que pertenece desde 1996, finaliza su contrato en junio de 2013 y ha decidido no renovar.

Él aduce motivos únicamente deportivos, pero dicen que continuaría por 5,5M€, cantidad que el club no puede permitirse. Su oferta, ya rechazada, ha sido de 4,5M€ por temporada.

Josu Urrutia, presidente del club, decepcionado con la decisión del jugador, comunicó que el Athletic solamente venderá si se paga “la totalidad de la cláusula de rescisión” (36M€).
La Juventus F.C.; jugadora de Champions, se sitúa como la opción más fuerte, si no la única, para fichar al jugador, habiendo ofrecido 20M€.

Amigos de Urrutia, políticamente incorrectos. Los dos principales dirigentes del PNV; el candidato a lehendakari, Íñigo Urkullu, y el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, han decidido opinar sobre el tema, mostrando así su apoyo al presidente Urrutia.
Las próximas elecciones vascas se han adelantado al 21 de octubre de 2012 y es tiempo de reforzar viejas amistades.

El señor Urkullu considera que Llorente no ha sabido “estar a la altura de las circunstancias”. Debería ser “honesto con la afición” y dar las “necesarias” explicaciones.

Azkuna, el alcalde que tiene un sueldo superior al del presidente del gobierno, considera “obscena” la intención del futbolista de ganar 5,5 millones de euros por temporada.  “Con la que está cayendo, a mí me parece una obscenidad”.

¿Por qué conocen ellos las pretensiones económicas del futbolista?

¿Por qué han focalizado sus ataques en el hijo adoptivo de Bilbao?

Marcelo Bielsa, al margen. Hasta los medios extranjeros han llegado los rumores sobre una más que posible tensa relación jugador- entrenador. Se trata de un hombre con una visión de juego exquisita, pero de difícil trato. Por los retrasos en las obras de Lezama enloqueció y se auto-denunció, y con sus jugadores se mantiene al margen. “Les pregunté si yo era el problema y me dijeron que no”. ¿Desde cuándo un trabajador se atreve a reñir a su jefe e instarle a abandonar su puesto?

Aficionados exaltados increpan al jugador; “Llorente muérete español”, “Llorente bastardo muérete”, y él se mantiene al margen.

“Es más importantes que yo” asegura. La afición le escucha, le sigue y le respeta. Y es por eso que no se comprende esa defensa a ultranza del jugador en ruedas de prensa, y su incomprensible trato a posteriori. Fernando Llorente no entrena con el resto del equipo, no es convocado a los partidos y no se sienta en las gradas a animar a sus compañeros. ¿Está tratando de protegerle? Un buen entrenador da la cara por sus jugadores, alza la voz, y se enfrenta a los seguidores si es necesario, demandando la unión jugadores- afición.

Fernando Llorente, el león que no ruge. Aún con el ataque, tan dañino como incomprensible, que está recibiendo, el león no ha rugido. Entrena donde le mandan, va a donde le indican, calla, mantiene el tipo e incluso, a veces, sonríe. En la ofrenda floral a la Virgen de Begoña le recordaron que todavía le quieren; entre fotos y autógrafos le pidieron que se quedase en el equipo, pero la situación es insostenible.
Sólo los exaltados le increpan, pero ya es suficiente.

“Sueño con llegar a lo más alto en un equipo grande y jugar la Champions”. Un sueño que se está tornando en pesadilla si no se llega a una solución dentro de poco.

No hay marcha atrás. Han pedido la cabeza del león. Pero a diferencia de sus cazadores, este león siempre les estará agradecido; tanto a club como a aficionados, por el cariño, apoyo y por todo lo que le han enseñado.